
Irene y Pedro han viajado con Asiahop a la isla de Kyūshū. Este es su segundo viaje a Japón. Hace unos años estuvieron en Tokio y Kioto y se enamoraron del país, por lo que se prometieron volver para conocer otros lugares más allá de las rutas tradicionales. Cuando nos contactaron nos dijeron que querían conocer paisajes naturales impactantes pero también ciudades de tamaño medio, así como probar una gastronomía diferente y poder disfrutar de la cultura del onsen. Les recomendamos un recorrido casi integral por Kyūshū, una de las cuatro islas principales de Japón, situada al suroeste del país.
Este es el Diario de Irene, el relato de un emocionante viaje que cambió su percepción de Japón.
Día 1-2. Llegada a Osaka 🛬
El viaje ha sido largo pero lo hemos aprovechado bien, leyendo alguna de las recomendaciones que nos ha proporcionado Asiahop. Llegamos al aeropuerto de Kansai sobre las 12 del mediodía. Ya tenemos la eSIM activada y hemos comprado una tarjeta monedero Suica que utilizamos para ir desde el aeropuerto al Hotel, en el distrito de Umeda. Dejamos las maletas y nos vamos comer algo por la zona de Shinsekai, un poco más al sur. Lo pasamos muy bien en este barrio, está muy animado. Paramos en algunas tiendas de Namba y nos vamos al hotel para darnos una ducha y bajar a cenar un okonomiyaki por Dōtonbori. Aguantamos como campeones para no dormirnos muy temprano y así ir aclimatándonos a la franja horaria.
Día 3. Osaka 🛫 Yakushima 🛬
Hemos dormido muy bien y el desayuno del hotel ha sido espectacular. Como lo que queríamos era disfrutar de una expriencia casi 100% en Kyūshū, esta mañana salimos directos para Yakushima, nuestro destino más al sur. El vuelo sale al mediodía, así que tras desayunar tranquilamente ponemos rumbo al aeropuerto. Esta vez vamos al aeropuerto de Itami, a 40 minutos desde del alojamiento. Como no nos va a hacer falta la maleta grande en Yakushima, decidimos mandarla directamente a Kagoshima con el sistema de TA-Q-BIN desde el propio hotel. Por poco más de 20€ tenemos nuestra maleta enviada a nuestro siguiente destino para que esté lista cuando volvamos de la isla. Nos quedamos únicamente con una mochila para 3-4 días.
El vuelo es rápido y en poco tiempo comenzamos a divisar la majestuosidad de la isla de Yakushima, que posee unas montañas altísimas y por eso la llaman los Alpes del Pacífico. Nada más aterrizar nos está esperando una empleada de la empresa de coches, que nos lleva en 5 minutos hasta las oficinas. Habla muy poco inglés, pero es muy fácil entenderse porque son muy atentos. Sobre las 16h estamos montados en nuestro coche japonés y marcamos en el GPS la dirección de nuestra casa, un precioso ryokan cerca de Hirauchi, ¡todo para nosotros!. Aunque teníamos algo de miedo porque nunca habíamos conducido por la izquierda, es muy fácil hacerlo en esta isla donde hay pocos coches y, además, solo una carretera principal de circunvalación que va surcando la costa. De camino hemos parado en un supermercado y hemos hecho la compra para estos días. Llegamos antes de las 17h a la casa, justo para descansar un poco e ir a explorar la cascada Senpiro, a pocos kilómetros de casa.
Nuestra primera impresión de Yakushima es muy impactante, parece que estemos en un lugar en Costa Rica o Hawai, notas la energía de la vegetación por todos los rincones. Nuestra casa está metida en medio de una zona boscosa pero tenemos varios vecinos a pocos metros y acceso directo a la carretera principal. La casa es sencillamente, espectacular, con habitaciones clásicas japonesas con futones, una cocina enorme y una precioso pasillo (engawa) con vistas al jardín. Hoy cenaremos sushi y descansaremos en nuestro porche observando las estrellas.
Día 4. Yakushima. Explorando la isla con calma 🗺️
Antes de desayunar nos hemos ido al onsen natural que tenemos al lado de casa, Hirauchi Onsen. Aún era de noche pero había que aprovechar las mareas, ya que este balneario natural solo es accesible con la marea baja. La experiencia ha sido alucinante, bañarse en aguas calientes en medio del océano y viendo el amanecer. Nunca lo olvidaremos.
Volvimos a casa a desayunar y comenzamos la ruta en coche de hoy. Salimos hacia el oeste y fuimos subiendo hacia el norte de la isla. Por el camino, la cascada Ohko y el Seibu Rindō, la carretera donde están los ciervos y los monos conviviendo en libertad, paz y armonía. Es increíble cómo están desperdigados por la carretera y los caminos, aprovechando el sol de la mañana para acicalarse 🙂 La carretera es muy estrecha y solo se puede ir en un sentido, por lo que vamos muy despacio. Pero eso nos permite admirar la belleza de este lugar.
Tras salir del bosque llegamos a una zona abierta con acantilados y playas enormes. Llegamos hasta Miyanoura donde paramos a comer ramen de pez volador, una comida totalmente diferente a la que estábamos acostumbrados de nuestro anterior viaje. Regresamos hacia nuestro alojamiento pero seguimos dando la vuelta a la isla para circunvalarla totalmente, así que paramos a conocer el pueblo de Anbo y nos tomamos un café en uno lo las muchas cafeterías tradicionales que están por esa zona. Volvemos a casa para ducharnos y descansar después de un día largo.
Hoy también nos apetece aprovechar la casa y preaparamos yakiniku para cenar. Antes de que anochezca decidimos ver la película de La Princesa Mononoke, que ya conocíamos, pero que estando en esta isla, donde dicen que Hayao Miyazaki se inspiró para contar la historia, pues es casi obligado. Antes de irnos a cama nos tomamos una cerveza viendo las estrellas y escuchando el mar desde nuestro jardín. Ha sido un día espectacular.
Día 5. Yakushima. Árboles milenarios y amigos japoneses 🧑🤝🧑
Hoy ha amanecido lloviendo mucho. Al parecer es algo normal en Yakushima, pero no nos importa porque sabemos que son muy parecidas a las lluvias tropicales y pronto despejará. Además hay muy buena temperatura aunque estemos en invierno. Desayunamos con calma y antes del mediodía ya ha parado de llover totalmente y luce el sol, así que volvemos a la carretera y nos dirigimos a Yakusugi Land, un parque donde están los árboles más antiguos de la isla, cedros japoneses de más 3.000 años. Hay varias rutas, escogemos la de nivel intermedio y, la verdad, es bastante fácil. Las vistas desde la carretera que sube hasta el parque son increíbles, así que nos paramos a tomar un café que llevamos en un termo y admiramos la vista de la cordillera, imponente sobre los bosques de cedros.
Por la tarde hacemos otra ruta de senderismo en la zona norte, nos tomamos una cerveza y ya picamos algo para cenar en un lugar cerca de nuestro alojamiento. El día anterior conocimos a unos vecinos en el Hirauchi onsen y hemos vuelto a quedar esta noche, cuando esté la marea baja, para disfrutar juntos del baño. Son una familia compuesta por diferentes generaciones. Yoshi tiene unos 40 años y ha vivido en varios países, entre ellos México, por lo que habla bastante bien español. Nos cuenta como historias de la isla y nos traduce las los chistes que cuenta la abuela. A medianoche nos retiramos cada uno para su casa y nos despedimos porque el día siguiente volaremos a Kagoshima. Ha sido una experiencia muy agradable tenerlos como vecinos.






Día 6. Yakushima 🛫 Kagoshima 🛬. Paseando por Tenmonkan 🏙️
Hoy estamos un poco tristes porque es nuestro último día en Yakushima. Sin duda ha sido una experiencia increible, un lugar al que volveremos seguro. Devolvemos el coche y nos dejan en el aeropuerto. Tenemos tiempo para comer algo la cafetería del aeropuerto, muy sencilla pero con comida casera que está buenísima. Volamos a Kagoshima, a donde llegamos en media hora.
Ya en Kagoshima, el aeropuerto está algo lejos de la ciudad, por lo que tenemos que coger un bus que nos deja directos en la zona del hotel. Nada más llegar al hotel tenemos nuestra maleta, enviada desde Osaka, en la habitación. Hoy vamos a ir a pasear por la ciudad tranquilamente, el barrio más animado es el de Tenmonkan así que estaremos toda la tarde por allí. Cenamos en un restaurante de cerdo negro kurobuta que estaba buenísimo y que encontramos caminando por esta zona. Al principio íbamos con un poco de miedo de no saber bien como seleccionar los lugares para comer pero poco a poco nos damos cuenta de que en todos los sitios se come excelente. Cogemos un tranvía que nos deja cerca del hotel y hacemos el resto del trayecto paseando.
Día 7. Kagoshima. Los samurais y el Sakurajima 🌋
A primera hora decidimos ir al Museo de la Restauración Meiji para conocer un poco más de la historia general de Japón y particular de Kagoshima, un reducto samurai muy importante durante la última etapa del periodo Edo y el inicio de la modernización del país. Por toda la ciudad puedes encontrar estatuas de famosos guerreros y es muy interesante entender lo difícil que tuvo que ser el cambio que sufrió el país en muy pocos años para pasar de un sistema casi feudal a un país totalmente moderno y desarrollado.
A media mañana ponemos rumbo al volcán Sakurajima y hacemos varios recorridos por sus laderas. Hemos decidido coger el bus turístico que nos lleva al Observatorio Yunohira y al Torii de Kurokami, un santuario parcialmente sepultado por la erupción de 1914. Aunque parezca increíble, estamos paseando por un volcán que está activo y que, en el momento que estamos nosotros allí, comienza a expulsar humo y cenizas, aunque nos dicen que no es peligroso y que es algo que sucede a diario. Impresionante.
Kagoshima es una ciudad muy tranquila aunque tiene una población de más de 600.000 habitantes. Es fácil moverse en tranvía o bus por la ciudad, así que la recorremos por la tarde tras visitar el jardín Segan-en. El día ha sido largo y estamos algo cansados, así que decidimos comprarnos algo en un konbini, y como nuestro hotel tiene una terraza y vistas al volcán, cenamos allí tan ricamente mientras lo vemos desaparecer en medio del anochecer. ¡Qué país tan singular es Japón!
Día 8. Kagoshima 🚆 Miyazaki. La isla de Aoshima 🏝️
Hoy es nuestro primer día con el Kyūshū Rail Pass de 7 días, que nos durará hasta el último viaje por la isla antes de regresar a Osaka para el vuelo de vuelta a España. El recorrido inicial en tren es muy bonito porque bordeamos toda la bahía del Sakurajima y podemos apreciar el volcán desde otras perspectivas. Vamos cargados con la maleta grande, pero el tren ca con poca gente y no hay problemas de espacio. Esto es lo que estamos notando en general en Kyūshū, no hay mucho turismo y hay mucho espacio para todo. Además las habitaciones son más cómodas y espaciosas que en Osaka o Tokio.
Nuestro hotel en la ciudad de Miyazaki está cerca de la estación de tren, vamos andando y llegamos en 10 minutos. Dejamos las cosas y nos volvemos directos a la estación para visitar la isla de Aoshima, a media hora en tren regional. El viaje es encantador, un pequeño vagón antiguo que va bordeando la costa de Miyazaki. La isla de Aoshima es muy pequeña, se recorre en poco más de una hora. Tienen un pequeño santuario (Aoshima Jinja) con una exuberante vegetación alrededor. Esta zona es muy frecuentada por surfistas, porque realmente es una costa muy ventada y con muchas olas.
Volvemos a la estación de tren camino hacia Miyazaki de nuevo, donde iremos a cenar el famoso pollo nanban en el barrio de Nishi-Tachibana. Entramos en una izakaya que tiene buena pinta y lo pasamos muy bien con otros comensales, gente muy amable y divertida. El pollo está riquísimo, rebozado y acompañando de una salsa suave deliciosa. Decidimos tomarnos unas cervezas por esta zona antes de volver al hotel. Lo hemos pasado muy bien esta noche.
Día 9. Miyazaki 🚆 Ōita. Recorriendo la costa este 🌊
Hoy nos toca una ruta más o menos larga en tren, así que aprovechamos para disfrutar del paisaje costero mientras ascendemos hacia Ōita , y también dedico algo de tiempo a leer sobre Kyushu (¡y a aprender alguna palabra en japonés!). Comemos un bento en el tren (me hacía mucha ilusión esto :). La parada en Miyazaki fue tan solo de una noche pero ha merecido la pena. Aunque hay muchos más rincones que nos gustaría conocer de esta enorme prefectura (como la garganta Takachiho, que nos quedará para la próxima) hemos preferido estar unos días en Oita desde donde podremos ir a varios lugares cómodamente, porque el hotel lo tenemos justo encima de la estación. Esto es algo que nos sorprendió inicialmente cuando nos lo propusieron desde Asiahop, pero ha sido todo un acierto. Estos hoteles JR son de clase media, tienen un muy buen desayuno y, en este caso, tienen un onsen en la azotea. El onsen de Oita es, sencillamente, el mejor spa de hotel en el que he estado nunca. Tiene vistas a toda la ciudad, al mar y a las montañas, y es un espacio de dos pisos con una zona interior y otra exterior. Merece la pena solo ir al onsen aunque no te alojes en el hotel.
Al llegar al hotel sobre las 15h descansamos un poco en la habitación y subimos al onsen. Por la tarde bajamos a dar un paseo por la ciudad de Ōita y buscamos donde cenar. Nos decantamos por unos yakitoris en una izakaya muy elegante. No vamos a poder descubrir mucho de esta ciudad, pero nos queda muy buena sensación de lo poco que hemos visto esta tarde-noche.
Día 10. Ōita. El sento de Yufuin y los infiernos de Beppu ♨️
El desayuno en este hotel es abrumador. Además de todo lo que puedes tomar en el buffet, tiene diferentes menús japoneses que cambian semanalmente y que puedes complementar con el buffet. Como estamos alojados en un hotel situado casi en la misma estación hemos tardado 10 minutos en meternos en un tren que nos lleva, primero, a Yufuin, una de los pueblos onsen de esta zona. Es muy acogedor, quizás demasiado turístico para lo pequeño que es. Probamos un sento, un onsen público en el que, por menos de 2 euros, permite disfrutar de aguas termales medicinales en un pequeño recinto en medio del pueblo. Es una experiencia muy recomendable. Además comenzó a nevar cuando estábamos dentro, así que por las ventanas veíamos como caía la nieve mientras nosotros estábamos remojándonos en agua caliente.
Tras picar algo de los puestos de comida callejera de Yufuin hemos cogido un tren hacia Beppu, que es una ciudad mucho más grande. Cogemos un bus hasta los Infiernos de Beppu y ahí pasamos el resto del día, viendo la increíble fuerza que tienen estos manantiales termales de agua hirviendo. Recorremos un poco la ciudad y a última hora de la tarde tomamos un tren en dirección a Oita de nuevo. Volvemos a la zona donde cenamos el primer día, aunque buscamos otro lugar de tempura que no defrauda. Ya en el hotel decidimos disfrutar del onsen por la noche viendo la ciudad totalmente iluminada. Sin palabras.






Día 11. Oita 🚆 Fukuoka. Cenando en un yatai 🍜
La experiencia en la prefectura de Oita ha sido genial, es como si hubiésemos pasado un par de días en un balneario. Y es que realmente algo así hemos hecho. Así que antes de desayunar decidimos volver al onsen exterior del hotel mientras la ciudad se despierta. Creo que me estoy enganchando a estos baños…
Nos dirigimos a nuestra último alojamiento del viaje: Fukuoka. Por un lado estamos tristes porque es nuestra última etapa, pero también nos sentimos muy realizados al ver que estamos haciendo un viaje muy completo y viendo prefecturas muy diferentes. Llegamos temprano a Fukuoka y dejamos la maleta y las mochilas en la recepción. El hotel está situado cerca de Hakata Station, desde donde nos desplazaremos a otras ciudades cómodamente gracias al Kyūshū Rail Pass.
El día de hoy lo dedicamos a pasear por Ohori Park y las ruinas del castillo de Fukuoka. Lo que estamos viendo de la ciudad nos dice que ahora sí que estamos en una gran metrópoli. El ambiente es parecido al de Osaka o Tokio en algunos barrios y se ve mucha más aglomeración de gente en los centros comerciales y estaciones. Pero tiene algo que la hace diferente que no sabemos explicar.
Por la noche vamos a cenar al yatai más famoso de la ciudad, el de Nakasu, en donde nos pedimos el famoso ramen hakata y diferentes yakitoris. Es una experiencia muy divertida porque los espacios para comer son muy pequeños y todo el mundo está muy apretado, así que es fácil conocer a gente con la que conversar. Damos un paseo nocturno desde Nakasu hasta el hotel porque la noche es muy buena y no hace mucho frío. Ya hemos desbloqueado Fukuoka!
Día 12. Fukuoka 🚆 Nagasaki. Festival de las Linternas🏮
El segundo día en Fukuoka cogemos un tren con nuestro Kyūshū Rail Pass hacia Nagasaki. El recorrido también es muy bonito cuando porque es una zona con muchas rías y ensenadas. Vamos al Parque Conmemorativo de la Paz de Nagasaki por la mañana, que está al otro lado de la ciudad. Es una zona exterior con muchos elementos que recuerdan el desastre de 1945, así como un pequeño museo que se recorre en media hora. Nos movemos fácilmente en tranvía para volver al centro. A la hora de comer nos vamos a la zona antigua, donde está el Meganebashi, o puente con forma de gafas por su reflejo en el agua, construido en el siglo XVII. Descansamos un poco en esta preciosa zona y luego recorremos las calles principales de la ciudad.
Nos quedamos hasta el anochecer porque justo estos días es el Festival de las Linternas de Nagasaki y el barrio chino se enciende con farolillos y estatuas de papel iluminadas que son espectaculares. En Nagasaki hay mucha influencia de la cultura china y se puede apreciar en la comida callejera, como el chanpon, un riquísimo plato de fideos con mariscos y verduras. Nos volvemos ya de noche en uno de los últimos trenes rápidos a Fukuoka. Como hemos estado comiendo todo el día en los puestos callejeros, no tenemos demasiada hambre, y además llevamos unos taiyakis que nos hemos comprado en el mercado por la tarde y que dudo que lleguen vivos a Fukuoka 🙂
Día 13. Fukuoka 🚍 Monte Aso. Nuestro segundo volcán 🌋
El título de este viaje podría ser Viajando entre onsens y volcanes, ya que hemos estado en varios balnearios diferentes y además hoy vamos a visitar nuestro segundo volcán. Para llegar al Monte Aso teníamos varias opciones pero hablando con Asiahop decidimos contratar un visita con guía para ir más cómodos, y fue todo un acierto. Nos recogieron a las 10h en el hotel en Fukuoka y nos llevaron a diferentes puntos de la caldera del Aso-san. El día era más o menos despejado, por lo que pudimos aprovecharlo bastante. Sacamos muchas fotos de unos paisajes increíbles. Es genial poder acceder tan rápido a paisajes tan impactantes desde una ciudad como Fukuoka.
A las 16h estábamos de vuelta en el hotel. Nos dimos una ducha y nos fuimos de compras, ya que habíamos acordado que esta tarde sería la que utilizaríamos para comprar algunos recuerdos. Nos gustó tanto el yatai de Nakasu que decidimos repetir, pero de camino nos encontramos con un restaurante de ramen que vimos que estaba muy bien valorado, así que cambiamos de opinión y probamos el ramen del local. Sin duda ha sido el mejor plato de todo el viaje ya que normalmente el ramen de cerdo suele ser muy fuerte, pero este estaba muy ligero y sabroso. De camino al hotel paramos en una izakaya a tomarnos una cerveza y nos encontramos con una pareja americana que comenzaba su viaje por Kyūshū y que iba a hacer una ruta parecida a la nuestra. Así que nos sentimos muy orgullosos pudiendo recomendar sitios como si fuésemos ya locales.
Día 14. Fukuoka 🚆 Kumamoto. Enamorados de Kumamon 🐻
Hoy vamos a visitar la ciudad de Kumamoto para ver su Castillo. Como ayer ya hicimos la tarde de compras, no tenemos prisa por volver a Fukuoka por la noche, así que vamos improvisando un poco el día. Al final nos gusta mucho la ciudad y nos quedamos hasta la cena, porque al viajar en el tren bala, en una hora estábamos de vuelta en Fukuoka. Kumamoto es una ciudad muy extensa y nos movemos mucho en tren y tranvía. El castillo está todavía en restauración debido a un terremoto en 2016, pero se puede visitar parcialmente.
Decidimos comer algo en un konbini para no perder mucho tiempo y así aprovechamos para cenar bien en la zona comercial Shimotori, donde nos atrevemos a probar el basashi y lo acompañamos de unas riquísimas gyozas. Una de las cosas que más nos ha sorprendido de la ciudad es la omnipresencia de su mascota, Kumamon, una de las más queridas de todo el país. Está por todos los lados, ya sea como estatua o en merchandising, señales, tiendas… El día ha sido muy agradable y nos emociona mucho saber que casi hemos dado la vuelta entera a la isla, ya que a una hora hacia el sur en Shinkansen se encuentra Kagoshima, donde comenzamos el viaje en tren al volver de Yakushima.



15. Fukuoka 🚆 Osaka 🛫 Madrid
Hoy es un día de tránsito, así que cogemos un tren de Fukuoka a Osaka, ya sin el Kyūshū Rail Pass que nos llegó justo hasta ayer. Por recomendación de Asiahop decidimos comprar un pase de una semana para Kyūshū y no comprar el el Japan Rail Pass para todo el país, ya que el único tren que vamos a pagar fuera del pase será el de Fukuoka a Osaka.
Llegamos a Osaka al mediodía y decidimos dejar las maletas en un coin locker e ir al Castillo. Pasamos unas horas muy agradables y hemos caminado un poco, lo que nos vendrá bien para las horas de avión que tenemos por delante. Volvemos a la estación de Osaka, desde donde nos dirigimos al aeropuerto mientras comenzamos ya a diseñar nuestro próximo viaje a Japón :). Viajar a Kyūshū ha sido todo un acierto para conocer un Japón más auténtico y menos masificado.
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