La fuerza del viento y el mar en Aoshima

En la costa oriental de Kyūshū se encuentra la prefectura de Miyazaki, una región con reclamos turísticos como la Garganta de Takachiho, el santuario Udo o la zona de restaurantes y entretenimiento Nishitachi. Pero uno de los lugares más impactantes de Miyazaki es la pequeña isla de Aoshima, a poco más de media hora en tren desde la capital de la prefectura.

Torii en la isla de Aoshima en Miyazaki, Kyushu, Japón
El torii de Aoshima marca la entrada al recinto religioso del Aoshima-jinja.

Aoshima es una pintoresca isla de poco más de 1,5 kilómetros de circunferencia. Esta pequeña isla, conectada a la costa de la prefectura por un puente peatonal que la hace fácilmente accesible, destaca por su rica biodiversidad, sus curiosas formaciones geológicas y su importancia espiritual. Una de las mayores atracciones de la isla es el Santuario Aoshima-jinja, un santuario sintoísta rodeado de una densa vegetación subtropical, que se alza en el centro de la isla. Este santuario está dedicado a los dioses de la creación, el matrimonio y la armonía familiar, lo que atrae a muchas parejas jóvenes que lo visitan para rezar por una relación feliz y duradera.

Además de su valor espiritual, Aoshima es famosa por un fenómeno geológico único. Las formaciones rocosas llamadas Oni no sentakuita (鬼の洗濯板), que significa “las tablas de lavar del demonio” son capas alternas de arenisca y pizarra, que se extienden de forma paralela a lo largo de la costa, formando un patrón estriado que recuerda a una tabla de lavar. Estas rocas se formaron hace millones de años y han sido moldeadas por la acción del viento y el mar, ofreciendo un paisaje espectacular, especialmente visible durante la marea baja.

Tablas de lavar del demonio en Aoshima en Miyazaki, Kyushu, Japón
El Oni no sentakuita es un espectáculo geológico que está presente en toda la isla.

La isla también forma parte del Jardín Botánico Subtropical de Aoshima, donde se pueden observar más de 200 especies de plantas, muchas de ellas raras en Japón, como ciertas variedades de palmas y helechos. Aoshima representa un equilibrio entre naturaleza, espiritualidad y singularidad geológica, lo que la convierte en un destino apasionante para turistas, fotógrafos, amantes de la botánica y buscadores de paz espiritual.

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